La importancia de una buena instalación
Para aprovechar las ventajas de la mejor ventana hace falta una buena instalación.
Una instalación mal-hecha podría hacer de una buena ventana una mala ventana.
Con la compra de una ventana de alta calidad has hecho una inversión bien-planteada, y ahora te mereces que se lleve a cabo, aprovechando todo su potencial y beneficios: un alto aislamiento acústico y térmico, evitar condensación y problemas de humedad, que aporte la máxima seguridad en todos sus componentes, que abra y cierre bien, y que te dure durante muchos años.
En Hermet10 trabajamos exclusivamente con expertos, que se rigen estrictamente por la normativa española con respecto a la construcción en general y la ventana en particular. Les ofrecemos formación técnica continua sobre nuestros productos y su instalación para que siempre estén al tanto de las últimas novedades.
Nuestra red de distribuidores oficiales dispone de instaladores homologados, asegurando que el resultado final sea el esperado:
- La colocación, nivelación y regulación exacta de la ventana antes de fijarla en el hueco: para garantizar su máxima estabilidad, seguridad y su cierre y apertura impecable durante el uso diario.
- Un anclaje de calidad de la ventana para garantizar sus prestaciones de seguridad: Para que la ventana pueda cumplir con sus prestaciones de seguridad y estabilidad, el marco tiene que estar bien fijado en el muro, asegurándose de la integridad de todos los materiales y de la correcta fijación de este anclaje.
- El correcto tratamiento de la junta de unión para garantizar el aislamiento térmico y acústico y evitar humedad y condensación: El espacio entre el hueco en el muro y la ventana, la junta de unión, se rellena con una espuma especial que tiene que estar correctamente aplicada. En un segundo paso, la junta de unión tiene que quedar bien sellada por fuera. Este sellado es imprescindible para evitar la entrada hacia el interior del agua, del aire y del polvo.
- El máximo cuidado del material en la manipulación: nuestros instaladores son muy conscientes del producto que llevan entre sus manos y lo tratan debidamente. Se aseguran que las ventanas no se dañan en ningún momento en su camino desde la fábrica hasta tu hogar.
