Habitualmente, los  papás tienen especial ilusión por preparar la habitación de su futuro bebé.

Es una tarea que suele realizarse a partir de la semana 20 de embarazo, cuando ya conocemos si será niño o niña. Buscar los muebles para la habitación, juguetes, ropita para los primeros días… son tareas que nos ayudan a materializar y a ver más cercana la esperada llegada del pequeño.

Sin embargo, antes de comenzar a escoger los muebles y los adornos para la habitación, hay tareas más laboriosas que debemos realizar y que son fundamentales para asegurar el confort del bebé.

Para adecuar la habitación a las necesidades del niño, es recomendable que inicialmente, dediquemos tiempo al aislamiento acústico, al aislamiento térmico y al nivel de seguridad del espacio. En nuestro post de hoy, nos centraremos en cómo aislar acústicamente la habitación para garantizar el confort y sueño del pequeño y en qué claves tener en cuenta para escoger la pintura de la habitación.

Asegurar el correcto aislamiento acústico

Hoy en día, el exceso constante de ruido en un problema de salud y, tal y como reconoce la Organización Mundial de la Salud, los niños son uno de los colectivos con mayor riesgo.

Al necesitar durante la infancia más horas de sueño, y la necesidad de que éste sea profundo y reparador para su adecuado desarrollo y su capacidad de aprendizaje, los convierte en especialmente vulnerables.

Según el estado de la habitación y observando si el ruido procede de la calle o de las viviendas colindantes, veremos si es necesario aislar acústicamente el suelo, el techo o las paredes.

Aislamiento en suelos

En los suelos, lo más común es la instalación de aislamientos acústicos de ruidos de impacto, es decir, aislamientos que disminuyan el efecto o propagación de los ruidos de impacto producidos por golpes o vibraciones en los suelos o tabiques.

Aislamiento en paredes y techos

En tabiques y techos generalmente se instalan aislamientos acústicos para ruidos aéreos. Su instalación es posible tanto en tabiquería de ladrillo como mediante la construcción de una doble pared o trasdosado exterior con las perfilerías pertinentes.

Y para garantizar el correcto aislamiento acústico, debemos enfatizar nuestros esfuerzos en el punto más débil de nuestra fachada: La Ventana.

Basta un pequeño resquicio en una estructura para que gran parte del ruido exterior penetre en la habitación, y esos resquicios suelen estar en las ventanas. Por ello, es de extrema importancia escoger bien el cerramiento y el servicio de instalación de nuestra ventana.

En cuanto al material a escoger para nuestra ventana, el PVC es por naturaleza un amortiguador natural de las ondas sonoras, lo que le convierte en la mejor opción frente a las ventanas de aluminio o de madera.

Además, el PVC es muy duradero y fácil de mantener, con muchas opciones de color y forma.  Los perfiles de PVC de las ventanas están formados por cámaras de aislamiento, Y normalmente, a mayor número de cámaras mayor aislamiento acústico y térmico nos ofrecerá la ventana.

Por otro lado, para asegurar un excelente nivel de aislamiento acústico es necesario configurar la ventana con un vidrio triple que incorpore tratamiento acústico.

Asimismo, para hacer que la ventana sea también aislante térmicamente en invierno e impida que se escape el calor de la habitación, le incluimos al vidrio el tratamiento bajo emisivo y si deseamos que también nos proteja en verano, evitando la entrada excesiva de calor, incluimos en el vidrio el tratamiento bajo emisivo control solar.

En Hermet 10, te facilitamos dos configuraciones de ventanas que son idóneas para:

Y te recordamos que es de extrema importancia, instalar correctamente la ventana puesto que una mala instalación hará que las prestaciones que te ofrece un buen producto sean nulas y consecuentemente, que apenas percibas el aislamiento térmico y acústico en la habitación de tu pequeño. Consulta aquí quiénes son los distribuidores oficiales Hermet 10,  con quienes te garantizamos que dispondrás de un resultado final tras la instalación plenamente satisfactorio.

Escoger el color de la habitación, una tarea más difícil de lo que parece

Una vez tengamos bien aislada nuestra habitación, podemos comenzar a escoger la pintura de las paredes. Para ello, es recomendable que tengamos en cuenta la luminosidad, el tamaño y el color de los muebles a colocar.

Buscar la máxima luminosidad y espacio

Cuanto más pequeña y menos luminosa sea la estancia, debemos inclinarnos por colores más claros que nos ayuden a ampliar el espacio. Los colores fuertes u oscuros de cualquier tonalidad (rojo, verde, naranja, azul…) se recomiendan para habitaciones amplias que reciban una alta cantidad de luz natural. Asimismo los colores fríos (azul, morado, verde), tienden a reducir los espacio, mientras que los tonos más cálidos (naranja, beige, amarillo…) dan mayor sensación de amplitud.

El color de los muebles también es importante

Los colores de los muebles a colocar también es un elemento a tener en cuenta antes de comenzar a pintar la habitación. Los muebles blancos o de colores claros son estupendos para añadir un toque extra de color en las paredes, ya que resaltarán más al contrastar con la pintura y con otros complementos y accesorios de decoración.

Por el contrario, si los muebles de la habitación infantil son oscuros lo aconsejable es optar por una pintura suave y clara para las paredes, porque de otro modo la habitación quedaría muy oscura, restando luminosidad.

Una vez aislada y pintada la habitación, ya estamos preparados para escoger los muebles  y adornos de decoración para la habitación de nuestro futuro bebé. Para su elección, debemos tener siempre en mente: maximizar la luminosidad, optimizar el espacio y buscar el equilibrio de los elementos para asegurar que el espacio transmite calma y tranquilidad.