Abrir las ventanas 10 minutos cada día es un hábito muy positivo para nuestra salud.
Nuestro organismo necesita respirar aire limpio, libre de las toxinas y elementos contaminantes que a diario se acumulan en nuestra casa.
Para garantizar que el aire sea limpio y respirable, es necesario que se renueve el aire de cada estancia, es necesario que tomemos el hábito de ventilar nuestro hogar. Los malos olores, el ambiente cargado, el calor, las bacterias… Todo se escapa volando por la ventana a la hora de ventilar.
Y es curioso, pero este hábito de ventilar la casa no es tan común como parece. Por tanto, queremos dejaros algunos consejos para que con unos pocos minutos al día ventilemos la casa de una forma eficaz
¿Cuáles son los beneficios?
Sentimos el ambiente cargado y agobiante cuando existe una alta concentración de CO2 en la estancia. Cuando abrimos las ventanas y ventilamos:
- El aire se oxigena, reduciendo así la concentración de CO2.
- Se equilibra el nivel de humedad que en ocasiones, será mejor que aumente porque el aire está muy seco y en otras, será necesario que el nivel de humedad disminuya para evitar condensaciones.
- Se reduce el polvo del ambiente puesto que las partículas en suspensión y los malos olores son arrastrados por la corriente de aire.
¿Y las consecuencias?
Una mala ventilación en la casa tiene efectos negativos que no percibimos de forma inmediata pero que, en un corto plazo, afectan a nuestras salud y bienestar:
- En ambientes más húmedos, el exceso de humedad hace que prolifere el moho y que respiramos las esporas nocivas que éste desprende.
- Aumentan los gases tóxicos que son liberados por muebles, alfombras, productos de limpieza…
- Es más probable que se desarrollen alergias y de que las vías respiratorias se irriten.
- Los gases contaminantes que emiten las calderas, calentadores, estufas… se concentran en el aire de la estancia.
Estos inconvenientes afectan directamente sobre nuestra salud y pueden provocar algunas de estas patologías:
- Alergias de todo tipo
- Mareos
- Falta de vitalidad
- Insomnio
- Migrañas frecuentes y dolores de cabeza
- Dermatitis y enfermedades de la piel
- Asma
- Sistema inmunológico debilitado
¿Cuándo es el mejor momento para ventilar la casa?
El momento más adecuado para ventilar la casa variará según el clima de la zona, la estación del año y el uso de la vivienda. Sin embargo, si podemos tener en cuenta algunas premisas:
- Es suficiente con ventilar la casa en periodos de 10 o 20 minutos. Si es posible, lo podemos hacer más de una vez al día. Este tiempo resulta más eficiente que airear durante todo el día puesto que, según que estación del año, mantener las ventanas abiertas todo el día puede ser contraproducente energéticamente.
- En invierno es recomendable aprovechar el momento en el que más incida el sol sobre nuestra fachada para abrir las ventanas y ventilar.
- En cambio, en verano, la noche es el mejor momento para ventilar y refrescar la casa.
- Los dormitorios deben airearse por la mañana al levantarnos puesto que es cuando hay mayor concentración de CO2.
- Después de cocinar, lo ideal es cerrar las puertas y abrir las ventanas ya que el vapor de la plancha y los aceites quedan impregnados en muebles, paredes y utensilios.
- En el baño después de las duchas se acumulan gases y humedad, se debe ventilar para que se alejen los olores y se evite la proliferación de hongos.
¿Cómo ventilar de una forma eficaz?
Para que en 10 o 20 minutos al día podamos ventilar la casa de una forma eficaz es recomendable que sigamos algunas pautas:
- Es recomendable que creemos corrientes cruzadas dentro de casa, abriendo puertas y ventanas, especialmente, las que están enfrentadas. De esta manera, el aire limpio del exterior circula más rápidamente entre todas las habitaciones de la casa, depurando el ambiente a su paso.
- Debemos disponer de cerramientos de calidad. Para poder controlar la ventilación y temperatura de nuestro hogar es tan importante abrir la ventana y ventilar como poder garantizar que la ventana se mantiene herméticamente cerrada.
Las ventanas de PVC con una correcta instalación garantizan la estanqueidad del cerramiento y evitan aberturas indeseadas. Así podemos decidir cuándo queremos ventilar la vivienda y equilibrar la temperatura a nuestro gusto.
Por el contrario, si le ventana no es estanca o la instalación no es la adecuada, la vivienda no se mantendrá ventilada como deseamos y estaremos generando pérdidas energéticas constantemente a través del frío y calor que traspasan la ventana y que se traducirán en mayor gasto en calefacción y aire acondicionado.
Otros elementos que nos ayudan a mantener un aire saludable
- Las plantas de interior nos ayudan a depurar el aire y regulan la humedad de las estancias.
- Los purificadores de aire, que son aparatos eléctricos especialmente recomendados para personas alérgicas o sensibles a la contaminación.
- Algunos hábitos como quitarle los zapatos al entrar en casa para evitar introducir polvo y otros contaminantes.