Después de tantos días en casa, estamos deseando salir a la calle y disfrutar del verano y del calor. Sin embargo,  siempre se agradece volver a casa y sentir un ambiente más fresco con una temperatura más controlada y confortable.

Para poder conseguir este confort de una manera natural y sin aumentar nuestras facturas, podemos seguir algunos pequeños consejos.

1. Dale al OFF

Muchos de los aparatos de nuestro hogar como el televisor, el ordenador o la radio producen el llamado consumo silencioso. Son aparatos que al estar enchufados, están  apagados pero encendidos a la vez, llegando a alcanzar casi un 10% del consumo total de nuestra factura de electricidad.

Por ello, es recomendable apagarlos al irnos de vacaciones, de fin de semana o incluso al irnos a dormir. Una forma práctica de hacerlo es utilizar regletas de enchufes que lleven interruptor, de modo que pulsándolo desconectemos todos estos electrodomésticos de la red eléctrica

2. Usa los electrodomésticos con responsabilidad

Usar con inteligencia los electrodomésticos es la mejor manera de ahorrar en el interior de la casa también en los meses estivales. La OCU aconseja elegir los programas que funcionan a temperaturas bajas. Por ejemplo, la lavadora debe hacerse a temperaturas entre 40ºC y 60ºC porque implican un ahorro del 40% en luz. Los lavavajillas con programas Eco funcionan a unos 50ºC y es importante cuidar bien dónde instalamos el frigorífico, siempre alejado de las fuentes de calor, con espacio suficiente. El IDAE apunta a que si durante el verano vamos a estar ausentes una temporada larga, es recomendable apagar la nevera, ya que se estima que requiere casi el 19% de la electricidad consumida total de un hogar medio.

3. El horno en verano: Cuanto menos, mejor

Es recomendable evitar el uso del horno en verano como método de cocción puesto que éste requiere de mucha energía y añade mucho calor a la cocina.

4. El aire acondicionados entre 24 y 26 grados

El consumo del aire acondicionado dispara nuestras facturas en verano y para evitarlo, recuerda que la temperatura recomendada está entre 24 y 26 grados. Cada grado por debajo de los 25 grados, implica un 8% más de energía y por supuesto, también de gasto.

5. Instala ventiladores

Una alternativa al aire acondicionado, o un complemento al mismo que nos ayuda a difundir mejor el aire frío por toda la vivienda, es el uso de ventiladores.

El IDAE recomienda usar el ventilador, preferentemente de techo, ya que puede servir para conseguir un confort suficiente: producen una sensación de descenso de la temperatura de entre 3ºC y 5ºC, con un consumo de electricidad muy bajo.

6. Baja la temperatura máxima del agua del calentador

En verano, podemos aprovechar para ducharnos con agua más fresquita, que además ayuda a nuestra circulación. Así, podremos bajar la temperatura máxima de nuestro calentador y ahorrar un poco más en nuestra factura.

7. Aprovecha para tender la ropa al aire libre

Las altas temperaturas favorecen que el secado de la ropa sea casi inmediato. Así nos ahorramos el uso de la secadora, que consume mucha energía.

8. Acierta con las horas del día

De madrugada y al anochecer, debemos aprovechar para ventilar nuestra vivienda y generar corrientes y en las horas centrales del día, cuando el sol penetra de forma más directa en nuestras ventanas, debemos cerrar cortinas y bajar las persianas.

9. Disfruta del aire libre en casa

Otra forma de bloquear el paso del calor en nuestro hogar es colocar un toldo. Así podremos regular mejor la temperatura en el interior sin tener que renunciar a la luz solar bajando las persianas.

Además un toldo, nos permitirá disfrutar durante el día de nuestros balcones y terrazas, tan preciados durante este confinamiento.

10. Instala las ventanas adecuadas

Algo que no es tan conocido y sin embargo, es de los elementos más efectivos para evitar el paso del calor y  a la vez permitir la entrada de la luz, son las ventanas con tratamiento BAJO EMISIVO CONTROL SOLAR en su vidrio.

El tratamiento Bajo Emisivo Control Solar:

  • Reduce los rayos ultravioletas disminuyendo así el calor que penetra en la vivienda.
  • Su baja conductividad térmica y un bajo coeficiente de absorción de la radiación, lo convierte un elemento muy resistente al paso de calor.
  • En invierno, logra una reducción de la pérdida de calor de la vivienda, y por lo tanto, se requiere un menor consumo de gas o electricidad para calentar la vivienda.
  • Logra evitar la entrada de aire caliente desde el exterior, con el consecuente ahorro en aire acondicionado.
  • Este menor gasto energético general a lo largo del año, se traduce directamente en ahorro económico para el bolsillo de las familias (una menor factura de la luz y/o gas).

La configuración de ventana que te sugerimos desde Hermet 10 para garantizar una temperatura controlada y confortable en tu hogar y que incluye el vidrio Bajo Emisivo Control Solar, es nuestra Ventana Hermet Triple Térmica que te permitirá disfrutar de los días más calurosos del verano y de las noches más frías del invierno desde una casa  perfectamente protegida contra la humedad y las temperaturas extremas (y ahorrando en calefacción y aire acondicionado).